El enrulamiento también puede ser causado por otros factores, como la fitotoxicidad surgida de la utilización incorrecta de herbicidas y fertilizantes, o por la compactación de los suelos. En el caso de la compactación, es más frecuente en suelos de textura fina, en esas situaciones, podría realizarse algún tipo de labranza vertical, previa a la siembra, para ayudar a lograr una emergencia más pareja.

En cuanto a los fertilizantes nitrogenados, suelen generar problemas de toxicidad amoniacal de la semilla. Por eso, siempre es aconsejable ubicarlos lejos de ella. En la nutrición fosfatada, el posicionamiento adecuado es debajo y al costado de la semilla, para evitar inconvenientes.

Finalmente, herbicidas hormonales o cloroacetamidas también pueden provocar una alteración en el normal desarrollo del pequeño tallo que crece a nivel subsuperficial. Por eso, es aconsejable su aplicación en una ventana de tiempo alejada de la fecha de siembra.

En la producción de semillas, Dekalb lleva a cabo controles de calidad fisiológica y genética en cada una de las etapas del proceso, con los más altos estándares del mercado, técnicos altamente calificados y tecnología de última generación, para garantizar la mejor calidad del producto.

En campañas desafiantes como la actual, el rendimiento se construye planta por planta. Por eso, los especialistas de Dekalb están convencidos sobre la importancia de tener el mejor producto pero, también,  información precisa, que ayude al productor a cuidar el óptimo crecimiento y desarrollo del maíz, desde el comienzo mismo de su ciclo.