La siembra de maíz tardío es una opción estratégica para el productor argentino, tanto que ya significa más del 50% de la superficie implantada con el cereal en cada campaña. Y en este ciclo 2020/21 se llega a ese momento con muy buenos precios del grano, que aportan cerca de un 15% más de margen que en el mismo momento del año pasado.
Nicolás Tettamanti, líder de Marketing de Campo de DEKALB, es quien brinda esos datos. Además, en esta nota detalla mucha información para aprovechar esa coyuntura, surgida de la amplia red de ensayos que la marca tiene distribuida en todo el país.
Tettamanti relata el amplio trabajo de Investigación y Desarrollo que llevan adelante en 230 puntos de experimentación que tiene la compañía en distintas zonas agrícolas del país, en las cuales, con la tecnología del productor, evalúan cada uno de los híbridos.
“Más allá de los rindes potenciales de los híbridos que nosotros tenemos registrados, en la red también trabajamos con el concepto de rendimientos proyectados, que son los que efectivamente puede lograr el productor en su ambiente concreto de producción y con la tecnología que utiliza”, explica el especialista. «De esta forma, los ensayos nos permiten determinar que muchas veces conviene hacer un ajuste en la densidad de semillas, que puede llegar a ser de hasta 20.000 plantas/ha”.
Algo similar -agrega- sucede con la aplicación de nitrógeno. En base a definir la siembra en función del ambiente proyectado real pueden lograr un ahorro en la aplicación de nutrientes de hasta 40 kg/ha, lo cual se traduce en un impacto importante al momento de la toma de decisiones en torno a la fertilización.
Tettamanti recomienda consultar la plataforma Cultivio.com, en la que se puede encontrar información detallada sobre los híbridos DEKALB y todos estos datos de manejo surgidos de los ensayos. Por ejemplo, las curvas de rendimiento para cada material y el mejor ajuste de ambiente, híbrido y tecnología.
El especialista destaca que también relevan características agronómicas clave de los híbridos, como la estabilidad, el perfil defensivo y sanitario y su ciclo de madurez. “La estabilidad es un aspecto clave para nosotros, particularmente en los planteos de maíz tardíos. En estos escenarios sostener (y si se pude, aumentar) los pisos de rendimiento es fundamental”, agrega.
Los relevamientos que tienen en DEKALB muestran que en el 70% de los lotes de siembra tardía se consiguen rendimientos que no superan los 90 qq/ha. “En esas situaciones, tenemos híbridos que se adaptan muy bien, y particularmente en años como éste, con un promedio de lluvias menor al histórico”, afirma.
Tettamanti destacó también aspectos muy importantes del perfil defensivo de los híbridos de la marca, como la fortaleza de caña, que evita el quebrado del cultivo por debajo de la espiga. También hizo foco en el perfil sanitario, particularmente en la tolerancia de enfermedades, como Mal de Río Cuarto o Tizón.
Finalmente, un tema muy importante es el ciclo de madurez, ya que estos maíces tardíos se meten de lleno en el otoño antes de la cosecha. Por eso, es clave que los híbridos DEKALB “se secan más rápido en pie, lo que evita que luego el productor sufra el descuento de varios puntos de secada en el acopio, cosa que siempre resulta muy costosa”, explica Tettamanti.
En lo que hace específicamente a los materiales, destacó tres híbridos:
- DK 72-10: “Material de excelente condición para este tipo de planteos tardíos, de muchos años en el mercado y excelente potencial de rinde”;
- DK 72-27: “Un ciclo intermedio que explora muy bien ambientes de rendimiento y tiene un perfil sanitario muy claro y definido”.
- DK 73-30: “Otro de ciclo intermedio, lanzamiento de esta campaña, que sobresale por su perfil sanitario y resistencia a quebrado”.
Tettamanti resalta que, si bien estos híbridos tienen un excelente posicionamiento para ambientes de rendimiento de 60 a 90 qq/ha, es importante estimar el rendimiento proyectado al momento de definir los materiales para el lote en particular. “Es un trabajo a realizar en conjunto con Cultivio, el distribuidor InnoBa y los técnicos de Bayer”, destaca.
Todo esto se complementa con las ventajas de los programas Cultivar y Cultivar Plus, también vigentes para la siembra tardía de maíz, que brindan un seguro de resiembra a productores que hayan sufrido eventos como granizo, encharcamiento, heladas e incendio de rastrojos, por ejemplo.
En definitiva, también para la siembra de maíz tardío, la amplia red de ensayos de DEKALB aporta información estratégica, para que el productor pueda decidirse por el mejor híbrido y el manejo más apropiado, pero para su situación específica. Como debe ser.
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