Alertas por el ataque del cogollero sobre la soja

La primavera más seca de las últimas campañas, que caracterizó al inicio de este ciclo agrícola, fue el ambiente perfecto para el avance sobre soja de segunda de una plaga que es atípica en este cultivo, pero que preocupa mucho a los productores y asesores: se trata del gusano cogollero (Spodoptera frugiperda).

A pesar de que es un insecto que prefiere como alimento principal a las  gramíneas, ya sean un cultivo como el maíz o una maleza primaveral como capín, cuando no tiene esas opciones en su menú empieza a atacar a especies de hoja ancha. Y la soja es su mejor alternativa en este momento.

“La falta de humedad primaveral también limitó el desarrollo de los controladores biológicos, que son hongos entomopatógenos que regulan habitualmente el primer avance poblacional de las larvas de este insecto”, explica Pablo Carpane, líder de manejo de insectos y enfermedades en el equipo de Desarrollo de Mercado en Bayer. El especialista destaca que hay que tener en cuenta la voracidad con que se alimenta este insecto y, además, su característica de desplazarse en masa y a grandes distancias, caminando dentro del lote, mientras ingiere lo que encuentra a su paso.

“Es posible que las larvas del cogollero ataquen lotes de soja que están limpios de malezas y rodeados de áreas enmalezadas que fueron controladas por herbicidas”, subraya, haciendo foco en aquellos casos en que los tratamientos fueron eficaces. Es por esto que la primera recomendación es intensificar los monitoreos en lotes recientemente sembrados, ya que los daños de esta oruga pueden ser severos desde la emergencia de la soja, con plantas chicas y brotes tiernos, mientras el insecto aumenta su prevalencia, como está sucediendo por estos días.

Para el manejo exitoso de esta plaga es crucial tomar decisiones a tiempo. Por eso, “hasta cinco hojas expandidas del cultivo (estadío V5), el umbral de daño con el que conviene iniciar el manejo insecticida es con 1 a 3 larvas por metro lineal (0,33 a 0,6 orugas por metro cuadrado)”, dice Carpane.

Agrega que “la elección del umbral para definir la aplicación varía según las condiciones del cultivo. Por eso, si el lote está afectado por falta de agua o el ataque es severo en estado de plántula, lo conveniente es hacer el tratamiento al umbral menor”.

El experto advierte también que debe prestarse mucha atención a los lotes de maíz más tardío cuya siembra se demoró por la implantación de soja.  En esos casos, es muy importante el control de la plaga a tiempo porque la soja puede haber funcionado como un excelente puente verde alimentario para que la oruga después pueda atacar al cereal.

Para las dos situaciones, Bayer ofrece una paleta variada de insecticidas de contacto e ingestión y con gran poder de volteo para el manejo de esta plaga. «Entre nuestros productos para soja, recomendamos principalmente DECIS Forte. En cada caso respetando las diferentes dosis de marbete sugeridas”, detalla.

En referencia a la aplicación,  es muy importante respetar el horario apropiado, para evitar pérdidas por deriva de producto. Y, en los casos de un cultivo más desarrollado, “hay que considerar aplicar con una pastilla de cono hueco para que la gota asperjada llegue a los estratos más bajos del cultivo”, aconseja, considerando que ambos insecticidas pueden aplicarse con equipos aéreos o terrestres.

Las siembras tardías comenzaron su ciclo de mejor manera que los tempranos, con más humedad. Por eso, vale la pena cuidarlos a fondo. En ese sentido, advertir el ataque de una plaga tan perjudicial como el gusano cogollero es realmente fundamental.

 

5/02/2020
Fuente: Bayer Crop Science